Al transportar bienes desde un almacén de última generación en la ciudad catalana de Abrera hasta las calles angostas y concurridas de Barcelona, el transportista A.T. Robles utiliza un camión Scania de gas licuado para enfrentar los desafíos del pasado y el futuro en esta ciudad llena de actividad.

El aprovisionamiento diario de bienes en Barcelona es un ejercicio logístico desafiante que requiere experiencia, habilidad y conocimiento de las calles. También requiere un sistema altamente sofisticado para transportar bienes desde los depósitos y almacenes modernos ubicados fuera de los límites de la ciudad hacia los sitios de entrega ubicados en la zona centro. Y eso es precisamente lo que Mercadona, el vendedor minorista de alimentos más grande de España, desarrolló con ayuda del transportista local A.T. Robles y Scania.

Periodo de carga de cinco minutos

En este lunes por la mañana, el conductor de A.T. Robles, llamado José Manuel Carballo, se estaciona en Cabrera con su camión Scania de gas licuado. Debe llegar en un periodo de cinco minutos estrictamente definido para descargar los materiales de reciclaje antes de cargar el camión con productos secos en una bahía seleccionada previamente. Este enorme complejo de logística trabaja como un reloj gigante, cuyos contenidos se vacían y se reaprovisionan cada ocho horas, por lo que los conductores deben estar en el lugar adecuado, en el momento preciso.

Después de vaciar, limpiar y recargar el camión, Carballo comienza el viaje de 40 kilómetros hacia el supermercado de Mercadona ubicado en Carrer del Duero. En contraste con las instalaciones de carga amplias del almacén, la distribución urbana en la región metropolitana de Barcelona es un desafío diario. Con casi un millón de vehículos compitiendo por el espacio limitado en las calles, más de 20 000 camiones y el doble de camionetas deben lidiar con problemas de tránsito todos los días.

Una inversión para el futuro

La operación del camión de gas licuado de Scania es una inversión en el futuro para A. T. Robles. Barcelona puede ser menos conocida por sus restricciones de tránsito que la capital española de Madrid, pero sus objetivos de aire limpio son igual de ambiciosos y tiene un enfoque en la reducción de la contaminación en un 30 % para cumplir con los estándares de la Organización Mundial de la Salud.

De hecho, Barcelona es la primera ciudad española que ha implementado un sistema de clasificación de emisiones para cuando los vehículos ingresan al centro de la ciudad. Un sistema de circuito cerrado identifica el rendimiento de las emisiones de cada vehículo al comparar las matrículas con la base de datos del registro nacional de vehículos.

«El camión de gas ofrece ventajas en términos de emisiones de partículas. Nos da acceso a la ciudad cuando se activan las restricciones de tránsito y también ofrece menores precios de combustible», afirma Albert Esteve Calderó, propietario y director administrativo de A.T. Robles.

 

 

 

ALBERT ESTEVE CALDERÓ
PROPIETARIO Y DIRECTOR ADMINISTRATIVO DE A.T. ROBLES

«Los desafíos más importantes que tenemos en el proceso de distribución urbana están directamente relacionados con el tránsito. Nos encontramos con embotellamientos, accidentes, restricciones de tránsito… ¿Qué puedo decir? La distribución se convierte en una pista de obstáculos en cuanto entramos a la ciudad».

El tránsito convierte la distribución urbana en una ‘pista de obstáculos’

Independientemente del combustible, los camiones deben lidiar con el tránsito intenso de Barcelona. Durante las horas pico de la mañana y la tarde, los recorridos duran un 50 % más, y esta cifra se ha hecho cada vez peor.

«Inicialmente, existen retenes, autobuses y, por supuesto, otros camiones. Al llegar al centro de la ciudad, el tránsito es muy denso y hay muchas motonetas, bicicletas y peatones por todas partes», afirma Esteve Calderó. Está convencido de que la distribución se hará cada vez más difícil en los próximos años. «Es muy arriesgado especular sobre los desarrollos de los próximos cinco a diez años. Los cambios se dan tan rápido que nadie puede anticiparlos. Pero es bastante seguro que tendremos más regulaciones y una mayor variedad de combustibles».


Fuente original: Scania